• 666 242 501
  • minihuertos@hotmail.com

2. Suelos ideales para las plantas

Conocer y mejorar el suelo es muy importante.
A continuación tienes las características ideales que debería tener un suelo para el cultivo de plantas. Repásalas e intenta mejorar cada una de ellas en tu caso particular.

1. PROFUNDO
A veces hay una una capa compacta de arcilla no atravesable por las raíces (por ejemplo, a 40 cm. de profundidad). Esto es malo. Cuanto más suelo tengan las raíces para extenderse sin limitaciones, más tamaño alcanzarán las plantas. Cava con la azada y comprueba si hay una capa dura o no; ésta puede ser la causa de que muchos árboles y arbustos no prosperen adecuadamente. Mejora: labra en profundidad para romper la capa impermeable si es que ésta es muy somera.

2. ESTRUCTURA MIGAJOSA, MULLIDO, AIREADO
Mejora: aportar materia orgánica. En los suelos arcillosos, además de la materia orgánica, es conveniente mezclar también arena de río.

3. FÁCIL DE TRABAJAR
 Los suelos arcillosos son difíciles de trabajar porque la tierra mojada es una masa densa, y cuando están secos es demasiado duro. Mejora: aporta materia orgánica y arena.

4. BUENA CAPACIDAD PARA RETENER AGUA
 Los suelos arenosos son secos; no almacenan el agua como los arcillosos y hay que regar bastante. Con los arcillosos no hay problema en este aspecto, incluso puede ser negativo si retienen demasiada agua. Mejora: en tierras arenosas, y por tanto, con baja capacidad de retención, puedes: darle cohesión añadiendo unos 100 kilos por cada 100 m2 de turba u otro tipo de materia orgánica e, incluso, añadiendo algo de tierra arcillosa. Si retiene poca agua, riega con menos cantidad pero con más frecuencia. “El riego por goteo” en suelo arenoso es ideal.

5. BUEN DRENAJE
Los suelos arcillosos tienen tendencia a encharcarse, lo cual pudre las raíces. Aunque no todos los suelos arcillosos drenan mal. Cuidado en las zonas bajas, que es donde se acumula más agua. Mejora: para mejorar un mal drenaje, puedes hacer lo siguiente:

1. Instalar tubos de drenaje.
2. Dar pendientes al terreno para evitar charcos.
3. Aportar arena: unos 2 ó 3 metros cúbicos por cada 100 m2 de superficie. Cuanta más, mejor.
4. Aportar materia orgánica al suelo: airea.
5. Eligir especies que resistan mejor sus condiciones asfixiantes.

6. BUENA CAPACIDAD PARA RETENER NUTRIENTES MINERALES
Al igual que sucede con el agua, los suelos arenosos retienen pocos nutrientes. El Nitrógeno, Potasio, Azufre, Hierro, etc. son arrastrados fuera del alcance de las raíces por la acción del agua del riego y la lluvia, perdiéndose estos elementos nutritivos.

Mejora: En suelos arenosos usa fertilizantes de lenta liberación en lugar de los minerales solubles tradicionales, para que se vayan disolviendo poco a poco y se pierda menos.
Mejora: En suelos arcillosos usa fertilizante de lenta liberación también. En los suelos arcillosos en este aspecto son mejores, ya que almacenan muchos nutrientes minerales; tienen “grandes bolsillos”.
Mejora: Pero los nitratos sí que se lavan en ambos tipos de suelos usa materia orgánica. Por ejemplo, estiércol, mantillo, compost o turba entre 1 y 3 Kg. por m2 y mezcla con la tierra.

7. RICO EN MATERIA ORGÁNICA (HUMUS)
Cuando hablamos de materia orgánica del suelo nos referimos al humus. El humus es una sustancia muy beneficiosa para el suelo y para la planta:

1. Esponja el suelo.
2. Retiene agua y minerales.
3. Aporta nutrientes minerales poco a poco para las plantas a medida que se descompone (Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Magnesio, etc).

Mejora: para aumentar el nivel de materia orgánica de un suelo se necesita tiempo. De la noche a la mañana no se puede pasar de un 1% de humus al 2%; se consigue a lo largo de años.Lo mejor es echar materia orgánica año tras año. Por ejemplo: estiércol, mantillo, compost casero, turba, guano, humus de lombriz, etc..

8. RICO EN NUTRIENTES MINERALES
Todas las plantas necesitan tomar del suelo estos elementos minerales.

MACRONUTRIENTES:
NITRÓGENO (N)
FÓSFORO (P)
POTASIO (K)
CALCIO (CA)
MAGNESIO (MG)
AZUFRE (S)

MICRONUTRIENTES:
HIERRO (FE)
ZINC (ZN)
MANGANESO (MN)
BORO (B)
COBRE (CU)
MOLIBDENO (MO)
CLORO (CL)

Los suelos arcillosos suelen ser ricos en nutrientes y los suelos arenosos, pobres. Ejemplo extremo de suelo arenoso es la playa. Para saber si un suelo es rico o no en nutrientes se hacen análisis de la tierra en un laboratorio especializado.
Mejora: mediante los abonos orgánicos (estiércol, compost, turba, etc.) y los fertilizantes minerales aportamos al suelo los nutrientes necesarios. Si no lo hiciéramos se agotarían más tarde o más temprano.

9. PH COMPRENDIDO ENTRE 5,5 Y 8
Afortunadamente el 80% de los suelos está entre estos valores, pero si fuera un pH por debajo o por encima, deberías corregirlo.

a) Si el suelo fuera muy ácido (pH<5,5) escasearán algunos nutrientes esenciales para las plantas como Calcio, Magnesio, Fósforo, Molibdeno y Boro y la estructura no suele ser buena. Mejora: el pH se sube incorporando caliza molida. Dosis: 15-20 Kg. por cada 100 metros cuadrados a aportar en otoño y se entierra labrando.

b) Si el suelo es neutro (pH entre 6,5 y 7), perfecto, hay una óptima disponibilidad de todos los que las plantas necesitan normalmente. Aunque algunas, llamadas acidófilas, lo prefieren inferior a 6,5, y otras (calcícolas), son felices con un pH superior a 7.

c) Si el suelo es básico o alcalino (pH>8) es muy probable que escaseen el Hierro, Manganeso, Zinc, Cobre y Boro, y las acidófilas y otras plantas sensibles a estas carencias, como el naranjo, el hibisco, etc., amarillearán y darán pocas flores a menos que modifiques el pH. El ejemplo más típico es el de la carencia de Hierro (clorosis férrica). Mejora: para bajar el pH y que así se liberen los nutrientes insolubilizados se puede hacer lo siguiente (a elegir):  

SULFATO DE HIERRO
El sulfato de hierro es un producto barato y fácil de conseguir. Para aportar al suelo cómpralo en forma granulada (color marrón) en lugar de en partículas finas como cristales (color verde manzana). El sulfato de hierro sirve para acidificar y adicionalmente para aportar algo de Hierro, aunque no mucho, y su principal función es la de bajar el pH.

TURBA RUBIA
Aportando TURBA RUBIA SPHAGNUM, que es un material muy ácido (ph=3,5), se reduce el pH de la tierra. Dosis: 1 kilogramo de turba rubia por metro cuadrado. A los 2 ó 3 años se debe repetir el tratamiento.  

AZUFRE EN POLVO
Otra opción para acidificar consiste en mezclar los primeros 25-30 cm. de tierra con AZUFRE EN POLVO. Dosis: 90 grs./m2. Aplica durante el otoño para que en primavera se note el efecto. En medianas y grandes superficies es lo que sale más económico, por ejemplo, para enmendar todo el huerto o jardín entero antes de plantar nada. A los 2 ó 3 años deberás repetir el tratamiento. Los suelos alcalinos (ph>7) son mucho más difíciles de corregir que los suelos acidos (pH<6.5) porque tiende a revertirse a la situación anterior, lo que obliga a repetir el tratamiento. Además de bajar el pH, aplica al suelo un fertilizante especial, rico en hierro llamado “quelatos de hierro”.

También hay otros fertilizantes formulados con los demás micronutrientes, aparte del hierro, como el manganeso, cobre, zinc, etc. para las posibles carencias.    

10. SUELO NO SALINO
No es frecuente, pero se puede dar. Los suelos salinos son los que tienen una cantidad excesiva de determinadas sales (Cloruros, Sulfatos, etc.).  

11. SUELO NO INFECTADO POR HONGOS, NEMATODOS, GUSANOS DE SUELO NI MALAS HIERBAS
Un suelo cultivado reiteradamente aumenta las poblaciones de hongos que viven en el suelo, de Nematodos (gusanitos microscópicos que parasitan raíces), de gusanos de suelo (blancos, grises y de alambre) y de malas hierbas…

Si un suelo está desinfectado cada 3 ó 4 años, mejor.
Mejora: para desinfectar los suelos hay productos químicos, pero existe un método ecológico de desinfección llamado SOLARIZACIÓN que ofrece una gran eficacia.
Con este método, podrás desinfectar el suelo antes de sembrar o plantar en la parcela.
Su efecto es sobre:
Hongos del suelo: mata a hongos como Fusarium, Verticillium, Rhizoctonia, Pythium… que parasitan las raíces. Nematodos: son unos gusanitos microscópicos que se alimentan de las raíces de las plantas. Meloidogyne spp. es uno de los Nematodos más frecuentes y hay datos contradictorios en cuanto a la eficacia de este método en su control.
Gusanos y otros insectos que viven en el suelo alimentándose de las raíces. Muchas hierbas anuales (deja inservibles las semillas), aunque no controla bien malas hierbas perennes: Cyperus, Cynodon, Portulaca…
Bacterias: acaba con bacterias perjudiciales y aumenta la población de otras beneficiosas.

La solarización conlleva una elevación del rendimiento del cultivo posterior, más crecimiento, vigor, más altura, más producción de flores y frutos… Hay un aumento temporal de más nutrientes minerales disueltos y materia orgánica soluble.

Si un suelo cumpliera todo lo anterior sería el suelo modelo. Y un dato a recalcar: aportando materia orgánica (estiércol, mantillo, compost, etc.) se mejoran la mayoría de características.

You cannot copy content of this page